sábado, 1 de agosto de 2009

A ti Cachorro


Eres el Señor de Triana
La pena de mi corazón
No tengo alivio ni consuelo
Desde que vi reflejado tu dolor,
En esos ojos que claman al cielo
Buscando una pronta expiración.
Tu madre del Patrocinio
Ya no puede ni llorar
Compartimos una misma pena
Y nadie nos la puede aliviar.
Dime, Cachorro, ¿Cómo lo hiciste?
¿Cómo lo pudiste soportar?
En verdad porque eres Dios
Y por eso yo te vengo a rezar
Para decirte, Cachorro mío
Que siempre te voy a amar
Y que hasta el día en que te vea
No te dejaré de soñar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario