sábado, 1 de agosto de 2009

Un huerto de Fe y Amor


Un rayo de una hermosa luna
Ilumina su cansado rostro.
Mientras otros descansan y duermen,
El reconforta su corazón roto.
Un huerto de tristes olivos
Es testigo de su oración.
Un huerto de silenciosos olivos
Lo acompaña en su dolor.
De rodillas mirando al cielo,
Le pide al Padre con devoción
Que en ese monte olvidado,
Florezca un huerto de Fe y Amor.
Entre tanto, una mujer llora.
Sabe que finalmente va a perder
A su Hijo más amado
Al que siempre va a querer.
No comprende la injusticia
Por qué se lo tienen que quitar
Si el único delito cometido
Fue amar a la Humanidad.
Su Hijo pide por Ella,
Porque haya consuelo para su corazón.
Ella se ve aliviada en su pena,
Se está llenando de Fe y Amor.

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